Alegría II
(continuacion)

" Desde hace tiempo digo que la "alegría es una sabiduría especial"...

El hombre tiene un regalo muy preciado: conocer la alegría. Puede elevarse a la sublime cima desde donde percibir lo Superior. Desde los mundos más lejanos a las flores más diminutas cada uno ofrece alegría a la gente. Con la alegría fluye la fuerza almacenada, porque desde allí emana la tensión, que abre una puerta más...

La gente olvida una verdad simple, que todo fluye. La amargura se olvida; pero las chispas de alegría resplandecen siempre. A través de nuestras largas vidas podemos confirmar que la alegría es inolvidable y sirve para que afluya la fuerza. Felices son aquellos que consolidan la alegría en los mundos sutiles. Cuando decimos "la alegría se mueve rápidamente" es muy cierto. Pero la gente a menudo no quiere notarlo, porque ellos se han vinculado por una senda predeterminada. Y por tanto, la alegría puede permanecer olvidada, sin realizar el efecto deseado. Miremos alrededor en sentido amplio, y reunamos todas las llamas de la alegría".

De Cartas de Helena Roerich, Vol. II, págs. 476-7.

 

Aleph Hermético