Grupo Iberoamericano 

de Observadores Entrenados

COMO ALMA TRABAJO EN LA LUZ
Y LA OSCURIDAD NO PUEDE AFECTARME.
PERMANEZCO EN LA LUZ.
TRABAJO, Y DE ALLI NUNCA ME MUEVO.

"Llegan y permanecen. Permanecen en medio de formas que giran -unas de rara belleza y otras de horror y desesperación-, no miran aquí o allá , sino que permanecen con sus rostros hacia la luz. Así, a través de sus mentes, fluye la pura luz que disipa las brumas.
"Llegan y descansan. Cesa su tarea externa, haciendo una pausa para realizar un trabajo diferente. En sus corazones hay sosiego. No corren de un lado a otro, sino que constituyen un punto de paz y reposo. Aquello que en la superficie vela y oculta lo real empieza a desaparecer, y desde el corazón en reposo se proyecta un haz de fuerza disipadora, que se mezcla con la luz brillante, entonces las brumas creadas por el hombre desaparecen.
"Llegan y observan. Poseen el ojo de la visión y también el poder de dirigir correctamente la fuerza necesaria. Ven el espejismo del mundo, y al verlo, perciben detrás de él la Verdad, la Belleza y la Realidad. Así, a través del ojo de budi, llega el poder de disipar los velos y los ondulantes espejismos de ese mundo ilusorio.
"Permanecen, descansan y observan. Esa es su vida y tal el servicio que rinden a las almas de los  hombres"
--Discipulado en la Nueva Era I
 
El Aleph Hermético se define y toma su lugar dentro de la Red Iberoamericana de la Voluntad al Bien y la Buena Voluntad como una de las actividades de servicio de un Grupo Iberoamericano de Observadores Entrenados (GIOE). Como laboratorio y experimento grupal, el GIOE aspira a reflejar la Luz del Alma, proyectándola hacia el mundo del espejismo, en particular el oscuro ESPEJISMO de la SEPARATIVIDAD que se cierne en el plano astral sobre Iberoamérica y todo el mundo. La disipación de espejismos es un servicio necesario para la práctica de la observación entrenada.
Se reconocen póstumamente a dos miembros fundadores quienes sirven de inspiración a esta actividad de servicio. Son dos iberoamericanos que muy bien pueden de alguna forma representar a "las fuerzas de Hermes" y a "la voluntad de Cristo" en este esfuerzo grupal. Nos referimos a esos gigantes que nos han precedido, Jorge Luis  Borges  y Vicente Beltrán Anglada. Borges nos ha legado su mágico ALEPH, el observatorio que ahora hemos bautizado "Hermético". Vicente nos ha legado el Agni Yoga. Uno es el instrumento de observación ; la otra es la práctica para observar el devenir de los hechos en "profunda atención" y con "serena expectación". Y todo esto bajo el manto protector de Quienes, como el Maestro Tibetano, nos alientan a dar y a servir "hasta que nos duela" con el propósito de acercarnos como humanidad a la inminente reaparición de Cristo y la exteriorización de la Jerarquía.
  "La Verdad ha de presentarse de tal manera que CONVENZA SIN ATAR Y QUE ATRAIGA AUN SIN CONVENCER... Y esto sólo puede realizarlo el lenguaje del corazón".  --Introducción al Agni Yoga, V.B.A.

 
"...vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte, vi el Aleph, desde todos los puntos, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo... ¡Que OBSERVATORIO formidable...!  --El Aleph, J.L.B.

http://ngsm.org/images/chac-mool.jpg

La metafísica idealista en los relatos de Jorge Luis Borges

por Marcin Kazmierczak (2001)

 

 

Cada miembro del GIOE pertenece reconociéndose a sí mismo, invocando a su Ángel y participando en este laboratorio de observación. Cada uno de los siete rayos está representado en el Aleph Hermético. Este laboratorio incluye observaciones de naturaleza política, educativa, filosófica, artística, científica, religiosa y económica que serán compartidas mediante recopilaciones editadas de las contribuciones individuales a la vida grupal y las cuales se pueden aportar libremente subscribiéndose.

 

Saber osar y querer callar,
para saber callando,
callar  sabiendo,
servir osando
y osar sirviendo.
 
Contribuciones grupales | JB

 

***

The Path - Reginald W. Machell

 

El Ángel

Jorge Luis Borges

Que el hombre no sea indigno del Ángel
cuya espada lo guarda
desde que lo engendró aquel Amor
que mueve el sol y las estrellas
hasta el último día en que retumbe
el trueno de la trompeta.

Que no lo arrastre a rojos lupanares
ni a los palacios que erigió la soberbia
ni a las tabernas insensatas.

Que no se rebaje a la súplica
ni al oprobio del llanto
ni a la fabulosa esperanza
ni a las pequeñas magias del miedo
ni al simulacro del histrión;
el Otro lo mira.

Que recuerde que nunca estará solo.

En el público día o en la sombra
el incesante espejo lo atestigua;
que no macule su cristal una lágrima.
 
Señor, que al cabo de mis días en la Tierra
yo no deshonre al Ángel.

 

 

Aleph Hermético
Beethoven Sonata